viernes, 11 de marzo de 2011

1981. Coco Romero y La Aldea en "La vuelta de los tachos", barrio de la Boca. Por Guillermo Mikunda

 

Coco y amigos en la Vuelta de los Tachos
Desde el Rioba Por Guillermo Mikunda para la revista Pan Caliente, mayo 1981. 
Fue un regreso a la fuente, como quien dice. El escenario vacío durante una media hora larga, dejo apreciar bastante bien la informal escenografía de Lito: unas ropas tendidas, parecían procuradas directamente del afiche de Resorte y al fondo el cartelucho rezando el insólito: “Vendo huevos caseros”.La platea estaba constituida en su totalidad por mesas y en general reinaba un ambiente cálido de os milongas; rozando un poco lo snob, pero un poquito tan solo. La audición de dos milongas en la poderosa voz y guitarra criolla de Coco- una de ellas: Ay, mi país de Piero- y del candombe “Malivio (mi pena alivio)”, donde Coco remedaba con la voz y el vocabulario de un negro latinoamericano ya con sus amigotes Julito, Miguel y Onfel en escena , me hicieron pensar en cuánto nos solidarizamos con los sentimientos bluseros del gran país del norte, cuando en realidad también tenemos la tristeza, “los blues”, delante de nuestras narices. Durante esta introducción y desde un proyector antiquísimo que hasta ese momento parecía parte de la escenografía, se pasaron sobre una pantalla improvisada en el escenario, diapositivas que “tenían que ver”; y el público entendía aparentemente lo que se estaba expresando, a juzgar por la potencia de los aplausos. De allí en más todo fue alegría. El entusiasmo y calidad de Julito y Miguel en charango y quena (que iban intercambiándose entre ellos) y del percusionista Onfel – que unió aditamentos percusivos habituales un xilófono de madera- , todo junto instrumento que era la voz de Coco, permitieron revisitar vitalmente nuestro folklore. Desde los temas del altiplano “plantitay de alelí” y “taquiña” – de Jaime Torres- hasta chacareras “Añoranzas” de J. Jerez y “la Telesita” de A. Chazarreta. El repertorio contó con un criterio de selección de un gusto total, como así también la entrega de los músicos. Boleteros y fotógrafos bailaban por doquier. Salía del alma, no de la Disco- Music.
El dibujo de Resorte Hornos. Resorte Hornos fue el dibujante que acompañó con su obra artística la vida musical de “La Fuente” y para este proyecto dibujó el afiche, sugerente y premonitorio. Alguien sentado al fondo en una escalera del conventillo tocando la guitarra a la luz de la luna entretanto, bajaba por otra escalera un director de murga con cetro carnavalesco y galera con estrellas, al pie de la misma un bombista lo esperaba. Resorte como pocos interpretó aquella fantasía del murguero entrando triunfal en la noche de luna llena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario